En una decisión sin antecedentes, Francia se ha transformado en el primer país en el mundo en inscribir en su Constitución el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo.
La medida, aprobada por una amplia mayoría en una sesión conjunta del Senado y la Cámara de Diputados el lunes 4 de marzo, fortalece la protección legal de las mujeres que eligen finalizar su embarazo.
Francia había despenalizado el aborto en 1975 con la «Ley Veil», pero no lo había elevado a un derecho constitucional hasta ahora. Este cambio dificulta cualquier intento de revertir la legislación actual que permite a las mujeres abortar hasta la semana 12 de gestación.
La reforma constitucional se lleva a cabo en el contexto del Día Internacional de la Mujer, o el 8M, como gesto de apoyo a las mujeres que luchan por el acceso seguro y legal al aborto en todo el mundo.
La votación fue histórica, con 780 votos a favor del «Sí», superando ampliamente los 512 votos necesarios para modificar la Constitución.
