El Instituto Nacional Electoral (INE) tomó una decisión histórica al anular la reelección de Alejandro «Alito» Moreno Cárdenas como presidente del Partido Revolucionario Institucional (PRI). Esta medida fue aplaudida por varios exdirigentes del partido, quienes vieron frustrado el intento de Moreno de perpetuarse en el poder.
Dulce María Sauri, Pedro Joaquín Coldwell, Enrique Ochoa Reza, Manlio Fabio Beltrones y Aurelio Nuño, exlíderes del PRI, habían presentado recursos en contra de las reformas estatutarias que permitieron la reelección de Moreno. Tras la decisión del INE, emitieron un comunicado conjunto en el que afirmaron que Moreno «ya no es presidente nacional» y que el partido debe convocar de inmediato a la elección de una nueva dirigencia provisional a través del Consejo Político Nacional.
Los exlíderes subrayaron la importancia de que el Consejo esté integrado por miembros registrados antes del 7 de julio, fecha en la que se celebró una Asamblea Nacional que calificaron como «ilegal». También pidieron la reincorporación de los priistas que fueron excluidos de los Consejos Políticos Nacionales o Estatales, así como la restitución de los derechos de aquellos que fueron expulsados por Moreno.
En el comunicado, también firmado por figuras como Fernando Galindo, Fernando Zendejas y miembros del Frente Amplio de Renovación por México, se destacó la votación de los consejeros electorales que pusieron fin a lo que consideraban un intento de Moreno por crear una «autocracia» dentro del partido. «El derecho del partido a auto-organizarse no es un cheque en blanco para violar la ley», señalaron.
La decisión del INE se basó en que las reformas estatutarias del PRI, que permitieron la reelección de Moreno, fueron aprobadas durante un periodo prohibido, antes de que concluyera el proceso electoral federal. Debido a esta irregularidad, el órgano electoral no ratificó la legalidad de dichas reformas, dejando la resolución final en manos del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación.
Finalmente, los exdirigentes celebraron que la nulidad de las reformas restablezca el orden en el PRI y aseguraron que este fallo representa un avance en la defensa de la institucionalidad y la democracia dentro del partido.
