La creciente violencia que ha sacudido a Sinaloa en los últimos días ha obligado al gobernador Rubén Rocha Moya a tomar medidas drásticas para salvaguardar la seguridad de la población.
El pasado jueves, 12 de septiembre, el mandatario estatal anunció la suspensión de clases en los municipios de Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio, afectando a todos los niveles y modalidades educativas.
A través de un comunicado publicado en la red social X, el gobernador informó sobre la medida de suspensión, subrayando que la decisión busca proteger tanto a estudiantes como al personal educativo ante la situación de riesgo en la región. «Informo a la sociedad sinaloense que se suspenden las actividades escolares en los municipios de Culiacán, Elota, Cosalá y San Ignacio, el día de hoy 12 de septiembre de 2024, en todos los niveles y modalidades educativas”, expresó Rocha Moya en su mensaje oficial.
La violencia en la región ha aumentado desde la segunda semana de septiembre, con tiroteos, bloqueos viales y actos criminales que han sacudido distintos puntos de Culiacán. En este contexto de creciente inseguridad, el gobierno del estado ha instado a la población a permanecer en sus hogares para evitar riesgos mayores. La ciudadanía, temerosa por su seguridad, ha comenzado a reconocer lo que muchos anticipaban desde hace semanas: una guerra abierta entre las facciones del cártel de Sinaloa, específicamente entre los grupos de los Zambada y los Guzmán.
El lunes 9 de septiembre, se reportaron múltiples balaceras en la capital del estado, protagonizadas por civiles fuertemente armados que llegaron con la intención de apoyar a las dos familias criminales más poderosas de la región. Lo que alguna vez fue una alianza entre los Zambada y los Guzmán, ahora se ha transformado en una lucha por el control del cártel de Sinaloa, una de las organizaciones criminales más influyentes de México.
Una fuente cercana al conflicto reveló a los periodistas Luis Chaparro y Carlos Raeb Morales que la orden explícita era no atacar a las fuerzas del gobierno, pero eliminar a todo aquel vinculado con «Los Chapitos». En una entrevista a Milenio, se mencionó que la facción de Ismael Zambada Sicairos, conocido como «El Mayito Flaco», fue la responsable de irrumpir en territorio de los Chapitos con el objetivo de consolidar el control de Culiacán.
Analistas de seguridad, junto con el presidente Andrés Manuel López Obrador, han señalado que esta ola de violencia podría ser consecuencia directa de la reciente captura de Ismael «El Mayo» Zambada en un aeródromo cercano a El Paso, Texas. La detención del líder del cártel de Sinaloa ha sido un golpe devastador para la estructura de la organización, lo que ha precipitado la fragmentación y enfrentamientos internos entre las facciones que alguna vez trabajaron juntas.
Joaquín «El Chapo» Guzmán e Ismael «El Mayo» Zambada lideraron el cártel durante las primeras dos décadas del siglo XXI, consolidando su poder en el narcotráfico. Sin embargo, tras la detención definitiva de Guzmán Loera, el cártel ha experimentado una división que parece haber alcanzado su punto de quiebre con la reciente escalada de violencia.
