Las tormentas comenzaron en el sur del país y se desplazaron hacia el noreste, afectando estados como Alabama, Mississippi, Tennessee y Kentucky. Las autoridades locales informaron sobre daños significativos en infraestructuras, viviendas y cortes de energía generalizados. En Plantersville, Alabama, dos personas perdieron la vida cuando un tornado destruyó varias viviendas en la comunidad.
El Servicio Meteorológico Nacional emitió múltiples alertas de tornado a lo largo del día, instando a los residentes de las áreas afectadas a buscar refugio inmediato. Equipos de emergencia y rescate fueron desplegados para asistir en las labores de búsqueda y recuperación, así como para brindar apoyo a las comunidades afectadas.
El presidente de Estados Unidos expresó sus condolencias a las familias de las víctimas y aseguró que el gobierno federal proporcionará toda la asistencia necesaria para la reconstrucción y recuperación de las zonas afectadas. Se espera que en los próximos días se realicen evaluaciones más detalladas de los daños y se implementen planes de ayuda para los damnificados.